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Tampoco tenía previsto visitar esta ciudad, pero nos sobraba tiempo (vimos todo Brna en menos tiempo de lo esperado) y decidimos parar en esta ciudad olímpica para pasar la tarde y alojarnos para viajar después a Chamonix. |
Nos costó llegar una hora en coche desde Neuchâtel, y lo primero que hicimos fue buscar alojamiento con ayuda del GPS. Y lo que sacamos en claro fueron 2 cosas:
1.- hay muy poco alojamiento...
2.- ... y lo poco que hay es carísimo (que por otra parte es lógico).
Por lo que tenlo muy en cuenta si tienes pensado ir. Por curiosidad he buscado por Internet alojamiento y lo más barato que he encontrado es un hostal a 53€ la noche.
Dimos tantas vueltas buscando hostales que vimos toda la ciudad desde el coche. Destacan los numerosos guiños a los juegos olímpicos, quizás sea porque esta ciudad es la sede central del COI (Comité Olímpico Internacional). Por lo que es muy importante su museo Olímpico (Olympic Museum), otro museo importante es el de Arte Romano.
Destacar que se encuentra al igual que Ginebra a orillas del lago Leman. Por lo que las vistas desde las partes altas de Lausana son bonitas. Fue fundada por los romanos en el siglo IV, su casco antiguo guarda rincones medievales con cierto encanto y la catedral gótica de Notre-Dame.
Foto obtenida de la web www.lausanne-tourisme.ch
Exepto por esta catedral, monumentalmente no es una ciudad importante. También puedes ver la Iglesia franciscana de Saint-François, los castillos (château) de Saint-Maire y d'Ouchy y por último el Palacio de Rumine.
El entorno a las plazas del Ayuntamiento y de La Palud abundan los restaurantes y es el mejor lugar para saborear el gratin vaudois a base de salchichas y patatas o el queso tomme al horno.
Mientras, dábamos vueltas y vueltas con el coche por sus empinadas carreteras (una de ellas no exagero si llegaba a 50 grados) y sus impresionantes vistas de los Alpes.
Uno de los símbolos actuales es la Torre Sauvabelin (the Sauvabelin Tower). Construida en madera, tiene 35 metros de altura y a 700 metros de altitud puedes ver unas vistas de 360º de toda la ciudad, el lago y los Alpes. Para subir deberás subir 302 escaleras. Las vistas están bien, son parecidas a las de Neuchatel desde lo alto de la colina. Merece la pena ir porque es gratis.
Es triste, pero lo que más me ha gustado de Laussane son sus folletos turísticos. En los distintos hoteles que íbamos visitando había varios con callejeros enormes de TODA la ciudad en distintos tamaños y colores incluyéndose también los alrededores. Guías de restaurantes ordenados por tipo, latinos, italianos, exóticos, vegetarianos, bares de copas... docenas de restaurantes con información completa de cada uno y página web.
Pero mi favorito es un folleto del 2006 que ni las guías del Lonely Planet, lo guardo como oro en paño, excelente diseño y contenidos.
Podéis encontrar alojamiento muy barato desde estas dos páginas: Hotels y Booking.
Una ciudad que no recomiendo mucho, excepto si quieres visitar el museo o te sobra mucho tiempo.
› Documento creado en Mayo del 2006
Actualizado en Octubre del 2009
Por Javier Rioja
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