BIEL/BIENNE

¿Cuántas veces hemos escuchado hablar a nuestros padres sobre familiares suyos que se fueron de emigrantes y de los que perdieron la pista? En mi casa recuerdo que mi madre me hablaba de una prima suya que emigró a Suiza a finales de los años 50 y, aunque en un principio se mantuvieron en contacto por carta sobre todo con mis tías, en un momento dado ese nexo de unión desapareció. Y todo esto duró hasta el año pasado, momento en que la prima de mi madre se puso en contacto con ella. ¿Y a qué viene esta introducción si hablamos sobre una ciudad? Pues a que la semana pasada estuve de vacaciones en Biel/Bienne en casa del familiar materno, debido a que no coincidía con mis amigos y a la posibilidad de conocer lugares nuevos, y familia nueva (aunque lejana).

Lo primero que nos llama la atención es el doble nombre de la ciudad, y el motivo es tan sencillo como el bilingüismo, es decir, que tiene dos idiomas oficiales que son el alemán (Biel) y el francés (Bienne). De este bilingüismo se tienen rastros desde la Edad Media.

La ciudad.

Se encuentra radicada en el cantón de Berna y tiene una población mayoritaria de habla germana que ronda las 50.000 personas. Sin embargo es una de las tres ciudades que quedan en la frontera lingüística debido a la equidistancia entre ciudades de lengua alemana como Berna y de lengua francesa como Neuchatel. Así todas las placas que muestran los nombres de las calles llevan el nombre en los dos idiomas, con la terminación Strasse para el alemán y con la palabra inicial Rue en francés. Además la publicidad del ayuntamiento, los transportes públicos, farmacias (Apotheke y Pharmacie), etc., se encuentran redactados en los dos idiomas.
Se encuentra situada en el Lago del mismo nombre, junto a la cordillera del Jura. Durante muchos años esta localidad fue la ciudad europea con mayor número de emigrantes españoles, sobre todo gallegos, aunque actualmente no queda ni el 20% del total que hubo en ese momento y el motivo es que cada vez hay más paro (no pueden protestar porque no les suben el sueldo o la subida es ridícula porque encontrar otro trabajo es muy difícil) y que a la hora de la jubilación prefieren regresar a España con una buena pensión que les permite vivir cómodamente, algo imposible con la cantidad que reciben si se quedaran allí.
En el año 1992, junto a Neuchatel, Iverdon y Morat fue una de las organizadoras de la EXPO de Suiza en 2002, la cual fue económicamente un desastre.
Para llegar hasta ella lo mejor es el tren directo desde Zurích o Ginebra, ciudad a la que llegué en avión, y 1h. 45 minutos después el tren me dejó en la Biel. Como en toda Suiza, el problema que encontramos es el precio de los transportes, llegando a darse el caso de que el viaje Madrid- Ginebra es más barato que Ginebra-Biel (el trayecto cuesta 49 francos suizos, alrededor de 33 euros).
Lo primero que llama la atención al salir de la estación es el enorme aparcamiento de bicicletas que encontramos. La gente va a trabajar o al tren en bicicleta, respetando los conductores la prioridad de las mismas, y con carriles bicis en muchas zonas acondicionados para ellos. Por este motivo este año ha obtenido el premio Bicicleta (Prix Vélo) en 2005 para recompensar su política en materia de seguridad de los ciclistas. De esta distinción están especialmente orgullosos, por lo que me comentaron mis familiares.
Asimismo en 2004 recibió el premio Wakker en 2004, para recompensar una política activa y original en materia de urbanismo. Este premio esta dedicado a la preservación del patrimonio cultural suizo y tiene en cuenta los siguientes aspectos:
- el desarrollo cualitativo y la revalorización del entorno, de acuerdo a una óptica contemporánea;
- el respeto por la estructura urbana existente;
- la búsqueda activa de calidad ejemplar en la obra arquitectónica;
- el respeto por las normas de urbanismo y el aprovechamiento óptimo de los recursos;
- la protección del paisaje y del medio ambiente, la planificación del transporte, la calidad del hábitat y la gestión sostenible.
Justo enfrente de la estación cogemos la calle principal de la ciudad, abarrotada de tiendas, pequeños centros comerciales y muchas joyerías. Esto es normal porque en esta ciudad se encuentran las sedes de numerosos grupos de relojería, siendo la sede del grupo Swatch que engloba marcas como Breguet, Blancpain, Glashütte Original, Jaquet Droz, Léon Hatot, Omega, Longines, Rado, Union Glashütte, Tissot, Calvin Klein watch and jewelry, Balmain, Hamilton, Certina, Mido, Swatch, flik flan y Endura. Cuando pasé por la puerta del edificio de Omega me extraño lo antiguo del mismo, pero sin ningún interés artístico o arquitectónico, por lo que me llevaron a la sede de ROLEX, que se encuentra en las afueras de la ciudad, junto al Carrefour y el hipermercado Jumbo. Y en este caso he de reconocer que los edificios si hacen fama a la casa ya que los edificios 4, 5 y 6 (se llaman así) están construidos con cristal y mármol negro traído expresamente de Italia. Aunque está prohibido entrar en cualquiera de los edificios, os comento que los tres edificios (el 4 esta separado de los otros dos) están unidos por un pasillo subterráneo. Y lo se porque uno de mis familiares trabajó bastante años en esa casa (por cierto, la que mejor paga y trata a los trabajadores de la zona).
Al final de la calle principal llegamos a la zona antigua de la ciudad, con la catedral y la Torre del Reloj como máximos exponentes. Y como en todas las localidades Suizas, encontramos varias fuentes (de agua potable) adornadas con figuras renacentistas.

Saliendo de la zona antigua podemos tomar un funicular que nos lleva a Magglingen/Macolin, lugar donde encontramos unas instalaciones deportivas de primer nivel, con varios pabellones para distintas especialidades, campo de atletismo, campos de fútbol muy cuidados, etc. Atravesando todo llegamos al bosque, donde en verano suele subir la gente para hacer barbacoas, ya que esta acondicionado para ello. Eso si, en esos momentos hay un helicóptero por la zona vigilando. Después podemos ir por el camino del bosque hasta llegar a Evilard, donde tomamos otra funicular que nos deja en Bien. Para los que le guste el senderismo esta opción, junto con la visita a unas cuevas que hay en la localidad, y que es andar entre acantilados es lo mejor que tiene. En invierno, que es bastante frío y nevado (el año pasado tuvieron 4 meses de nieve), suelen subir con los trineos a esta zona de montaña. Incluso he podido contemplar una imagen de hace años cuando el Lago se heló y la gente pasaba por debajo de algunos puentes que tiene, incluso circulaban coches.

Dónde comer.

Como podéis suponer la mayoría de mis comidas las realizaba en casa de mis familiares excepto cuando visitaba otras ciudades. Antes de comentaros algunas posibilidades he de decir que el horario de comida es a las 12.00 de la mañana, y que las cenas son antes de las 7 de la tarde.
Las comidas típicas son la foundie, que no probé y la racleta, que aunque no hacía frío (he de reconocer que llevé el sol en la maleta, y según me han comentado me lo traje de vuelta) si degusté en la casa familiar. Consiste en una especie de pequeña parrilla con unas aberturas en el medio, donde introducimos el queso previamente parido en lonchas para calentarlo y que se empiece a derretir. Después lo tomaos con patatas cocidas (se hacen sin pelar, pero después el gusto de cada cual), panceta, salchichas, etc.
Pero vamos a mencionar algunos locales para comer o cenar.
Junto al Lago encontramos un restaurante tipo buffet donde hay varios tipos de platos, ensaladas, hamburguesas, etc., y que no es demasiado caro. El primer día que estuve visitando Maculen acabé con una hamburguesa en este sitio y no estaba mal (mejor que las cadenas americanas que todos conocemos, que también están en la calle principal).
En toda Suiza encontramos una red de supermercados llamados MIGROS, los cuales también tienen un área de restauración de comida rápida. Tienes dos opciones, pedirla y comer fuera del establecimiento o entrar en la zona de buffet, donde puedes elegir varios platos calientes (cuidado con el plato que quema), incluso mezclados, luego los pesan y pagas según la cantidad que te hayas servido. Se pueden hacer ensaladas, y hay postres. A este local acude gente de todas las edades, por tener un servicio rápido, la comida no estar mal del todo y el precio ser bastante interesante solo comes un plato.
El último día me llevaron a un italiano a cenar, que se encuentra en la parte más residencial de la ciudad. Para ir allí es necesario coche o autobús (cuesta 2 francos el trayecto). Aunque nunca me ha llamado la atención la pasta, y las pizzas no son nada de mi devoción, he de decir que en este sitio mi percepción sobre ambas cosas ha cambiado. Las pizzas las hacen al momento en un horno artesanal, que puedes contemplar mientras estas sentado en el restaurante, y son más grandes que los platos donde las sirven. Y los spaguettis que me tomé, con un poco picante estaban tan deliciosos que apuré el plato. El precio no fue excesivo si tenemos en cuenta que cenamos 4 personas con postre incluido……. mejor dicho 5. Para los niños tienen una oferta especial ya que si llevan un leño de madera la pizza es gratis, y si se la "comen" el postre también se lo regalan. Lo he puesto entre comillas porque la pequeña dejó un trozo en el plato de su madre y otro en el de su abuela.
Y si preferís comida española, siempre están la casa gallega y la casa de España, que tienen menús diarios. Aprovechando la mención, comentaros que en el caso de la segunda los socios pagan una cuota anual de 100 euros, para fiestas los días de reyes (no se celebra en Suiza), el día de la madre, etc. Cada dos años eligen entre las personas que quieran llevar el bar a los que se encargaran de ello hasta las siguientes elecciones.

Alojamiento.

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Ocio nocturno.

Ninguno. Si lo que buscáis es diversión, discotecas y demás olvidaros de venir a Bienn. Además, posiblemente, es la ciudad de mayor peligrosidad de Suiza. El sábado por la tarde-noche estuve dando una vuelta y estaba prácticamente desierta. La única zona con marcha se llama "El triangulo de las Bermudas", con un local donde son frecuentes las peleas y recientemente habían matado a dos amigos (español e italiano) allí, justo enfrente otro local donde se iba a por drogas, y un tercero prácticamente conjunto a este donde la entrada, sin derecho a consumición, superaba los 20 francos. Además, no muy lejos de esa calle era donde se encuentran los drogadictos. Según me contaron las mafias campan a sus anchas porque es muy fácil disponer de pistolas (por 100 francos), llegando la policía a cortar en verano esta calle por el miedo que tienen de meterse dentro a poner orden. Incluso cuando expulsan a gente de otras localidades como Berna, Ginebra o Zurich suelen venir a Biel por la cercanía y bien comunicada que está.

El Lago.

Sin lugar a dudas, el Lago del mismo nombre que la ciudad es el principal reclamo turístico para visitar la villa. Tiene una zona de playa privada, es decir, que hay que pagar para poder acceder a ella, aunque en muchas de sus orillas, a pesar de ser rocosas, la gente suele bañarse. El momento más importante es el 31 de Julio, cuando un barco en medio del Lago festeja la fiesta nacional Suiza con un castillo de fuegos artificiales que lanza desde su cubierta.
Este lugar es un centro de ocio de la ciudad, y el domingo por la tarde en que estuve por allí, había bastante gente sobre las 3 de la tarde (ya he comentado los horarios de comida y las escasas alternativas de ocio de la ciudad).
Desde esta ciudad, tenemos la posibilidad de coger diversos barcos de recreo, la mayoría con restaurante-bar para ir a diversas poblaciones. Las rutas son:
Biel/Bienne-Erlach, que pasa por Tüscherz, Engelberg-Wingreis, Twan, Ligerz, St. Petersinsel Nord, La Neuville y Erlach. La travesía dura 1 hora 15 minutos y el barco para por estas pequeñas localidades, donde puedes bajarte para verlas y coger barcos posteriores. En mi caso estuve visitando la isla de Petersinsel y La Neuville. En el primer caso es la joya del Lago de Biel, aunque no es una isla sino una península en forma alargada y con una unión con tierra, de tal forma que puedes ir en barco o en autobús. También es posible ir en barcos de recreo particulares (o lanchas), ya que dispone de varios amarres en toda la isla, junto a los cuales hay zonas para hacer barbacoas. En esta isla podemos encontrar un monumento a Jean Jacques Rousseau, que dicen fue quien la encontró. En el centro de la isla encontramos un hotel y restaurante que no recomiendo para nada.
Respecto a La Neuville, poco que decir, salvo la Torre del Reloj y poco más que ver.
Biel/Bienne - Murten/Morat. Hace el mismo recorrido que en anterior, pero al llegar a Erlach sigue por Le Landeron, La Téne, La Sauge, Sugien y Murten/Morat. Este trayecto es la llamada Ruta de los Tres Lagos, porque abandona el Lago de Biel por un pequeño río llegando al Lago de Neuchatel, y después pasa al Lago de Morat. Esta ruta dura 3 horas de travesía.
Biel/Bienne - Soloturn. Pasa por Nidal, Port, Brügg, Büren, Grenchen y Altreu hasta llegar a Soloturn y dura dos horas la travesía. En este caso va por el rió Aare, el cual desemboca en el Lago de Bien.
Creo que con un viaje en barco es más que suficiente, sobre todo si vais poco tiempo, ya que, por ejemplo, ir en tren a Soloturn son 15 minutos escasos (y visitar esa población es imprescindible, de lo mejor que he visto en la zona).
Como los barcos suelen llegar alrededor de las 6 de la tarde al atraque en Bien, es posible coger el tren de regreso en algunas de las localidades por donde pasa para verlas con más detenimiento y sin prisas, ya que el billete es válido para los dos medios de transporte. Como siempre el precio es lo menos atrayente, ya que el viaje me costó 28 francos suizos.