Instalaciones.
Este tipo de salas me gustan, pero me pareció algo fría, en parte por la iluminación . Las instalaciones provienen de esa moda de hace un tiempo en donde se llevaba el blanco por todas partes: paredes y techos blancos, mesas blancas... sillas negras y manzana roja dando color a las mesas con una botellita de aceite de oliva del bajo Aragón, gran detalle. En los servicios hay 4 wcs y sólo un lavabo, por lo que tienen un cuello de botella importante.

Carta.
La carta se parece mucho a la del restaurante Bole, y como en este restaurante se pueden pedir también medias raciones, una gran idea.
Algo decepcionante fue la carta de vinos, muy pobre con predominancia clara de los vinos de Aragón. Es sorprendente cuando como he dicho anteriormente, es un restaurante de los mismos dueños del Bole (un bar-restaurante donde cuidan mucho este aspecto).
También tienen un menú por 24€ todo incluido y 28€ con vino del Somontano.
Servicio.
Poco atento en general y anodino en particular. Me sorprendió que no nos llenaran las copas de vino por ejemplo. Aunque en resumidas cuentas, el servicio cumplió.
Crítica.
Tras probar con un par de vinos que no tenían, pedimos un vino blanco Enate (14,80€) y agua medio litro (2€). El pan (1€ por comensal) era bueno.
Como entrante, nos pusieron una buena Tosta de escalibada y ventresca.
Pedimos de primero un par de croquetas de gallina trufada (2,20€ cada una), sobresalientes y de buen tamaño.
Por otro lado, media ración de longaniza de Graus en su jugo con setas (6,40€), más que suficiente para dos personas.

Por último el arroz, un arroz caldoso con bogavante (21,5€ por persona) para dos personas, con un resultado más que bueno. Cantidad de sobra y poco que objetar, tremendamente recomendable.

No tenía nada de hambre pero como comí tan bien, quise probar un postre para redondear o no la cena. El elegido fue una espuma de yogurt y helado mandarina (4,80€), poca cantidad y se notaban los polvos de mandarina en el helado, no estaba mal pero bajó bastante el listón.

Conclusiones.
La cuenta ascendió a 80€ para dos personas, no me pareció caro aunque viendo lo que comimos, quizás es demasiado dinero, por mucho que pidiéramos el arroz con bogavante.
En general, tuvimos muy buenas sensaciones con la comida y las instalaciones cumplen, así como el servicio, por lo que el restaurante Scala es un restaurante que recomendamos.
Instalaciones: |
(7,2) |
Servicio: |
(6,5) |
Calidad: |
(7,7) |
Precio: |
(6,5) |
| Más info:
Web oficial: (no tiene)
› Documento creado en Julio del 2010
Por Javier Rioja
www.rIL.es
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