Ficha Técnica. Dirección:
General Sueiro, 11 - 50008 Zaragoza Clic para ver el Mapa. Os presentamos hoy un nuevo concepto de restaurante, Tapelia. La franquicia de Arrocerías de Alicante ha pretendido desde sus inicios conjugar lo tradicional de los arroces, paellas y fideuas en un entorno moderno y algo alejado de las arrocerías típicas de la zona levantina. Quizás ahí radica la clave de su éxito: no limitarse a lo tradicional sino utilizarlo como trampolín a nuevas metas. Extendidos ya por todo el país y llevando a todos los rincones de España su buen hacer, en Zaragoza tan sólo cuentan con un establecimiento por el momento. Un local moderno y actual situado en plena zona más cool de la capital maña. AmbienteLo primero que llama la atención del ambiente del local es lo actual y moderno que es. Sus grandes ventanales totalmente transparentes dejan ver desde el exterior todo el restaurante, como si se invitara a todo viandante a que pase a conocer el mundo Tapelia. Ya en el interior, paredes rugosas de color blanco, simulando las paletadas de un albañil, dotan al local de una enorme luminosidad. Mesas de color oscuro en tono bengué acompañadas por sillas en líneas rectas llenan un local con un aforo para 116 personas. A destacar el original detalle de la barra, enrejada por su parte exterior y rellena por grandes piedras en tono pizarra en la parte inferior y con soporte para copas por encima de ella. Mamparas en color blanco opaco separan las diferentes partes de las que se compone el salón. Como punto a destacar, la separación que existe para la zona de fumadores claramente delimitada por unas mamparas de cristal transparente. ServicioServicio muy correcto y profesional, a pesar de su juventud. Podríamos afirmar que están en el punto justo para el local (de tipo medio) en el que trabajan ni excesivamente cercanos ni fríos. Como inconveniente en cuanto al servicio comentar que en ocasiones es excesivamente rápido obligándote a veces a terminar tus platos con mayor rapidez a la deseada. Comida/CartaQuizás lo esperado en una franquicia de este tipo al abrir la carta sería encontrarnos con la tradicional oferta de arroces, paellas y fideuas. Sin embargo, Tapelia va más allá, ofreciendo a sus clientes una amplia oferta no sólo en cuantos arroces que los hay y de muchos tipos (arroz a banda, meloso, paella tradicional, fideua, con pollo y langostinos o caldoso con calamarcitos y cigalas entre otros muchos) sino también en lo que se refiere a platos más novedosos tanto de mar como de montaña. En sus entrantes fríos o calientes podremos encontrar desde el foie hasta el carpaccio pasando unos callos, calamares o unas ricas alcachofas con ibérico. Además de sus modernas ensaladas, creps como el de centollo, o ricas lasañas y canelones. En cuanto a los segundos, podremos optar por dos líneas. Del Mar probar su rodaballo, lubina o brocheta marinera y de la montaña degustar unas carrilleras de ibérico o unos escalopines de solomillo entre otras muchas alternativas. Ya por último y, en lo referente a vinos, destacar la enorme difusión que se hace en la carta de los vinos de la tierra. Mensualmente, Tapelia promociona un vino del mes situando mesa a mesa una de sus botellas para que todo cliente que se siente a comer lo conozca. Como decimos, en ella encontrareis el predominio de vinos de la zona alicantina sin olvidar los Riojas, los del Somontano y por supuesto aquellos de La Ribera del Duero. En definitiva, una amplia y completa carta donde el cliente podrá decidirse por cualquier tipo de comida desde viejas recetas marineras, paellas tradicionales hasta llegar a los originales platos de las nuevas tendencias. PrecioPrecio tremendamente razonable y competitivo con otros restaurantes de sus mismas o similares características. Comer o cenar puede salirte entre los 30 y 35 euros como máximo. Nada que objetar en cuanto al precio ya que el servicio es bueno, la elaboración correcta y el ambiente muy acogedor. Opinión de Sonia AgudEn primer lugar, debo reconocer que soy bastante reacia a comer o cenar en restaurantes tipo franquicia o cadenas de restaurantes. En mi opinión, el tener que cumplir con unos estándares comunes en todos los locales de la cadena le quita encanto y personalidad a los establecimientos. Sin embargo, con Tapelia me equivoqué. Me pareció un local original que conjuga a la perfección esa máxima de tradicional/típico con novedoso en cuanto a su carta. Me sorprendió gratamente su carta ya que al entrar pensé que tendría que cenar, casi por imperativo, arroz sin poder contar con más alternativas y al abrir la carta y ver tal cantidad de posibilidades me llevé una muy buena impresión. La verdad es que la opción que elegimos y que no tardamos ni medio minuto en decidir creo que fue de lo más acertada. Optamos por el Menú Degustación: Mojete de bacalao a la antigua con atún y tostas. En mi opinión, es un menú de lo más variado y completo y aunque, a primera vista, las raciones parecen algo escasas os quedareis perfectos una vez que lo hayáis terminado. A destacar de él sin duda el paté casero y muy especialmente el crujiente con foie de pato, estupendo. La nota negativa del menú la pone el churrasquito debido a la poca calidad de la carne. Sin embargo, se consigue salvar el plato e incluso puede llegar a gustarte por lo bien cocinado que está, algo que tiene un enorme mérito. Por lo demás, el resto de los platos están ricos y es un menú perfecto si quieres probar un poquito de todos los platos más de tipo vanguardia que ofrece Tapelia. En cuanto a vinos, sobretodo abundan en la carta los vinos de la tierra, de Alicante. Nosotros finalmente optamos por uno de los vinos del mes. Un Laus Blanco bastante rico y afrutado, perfecto para este menú. Este menú sale por 23,50 euros iva incluido. Ni las bebidas ni el pan están incluidas en el precio. Además si queréis probarlo deberá ser a mesa completa. Nosotros salimos con café incluyendo vino y pan por 31,65€, un precio de lo más razonable teniendo en cuenta la cantidad de platos que comimos y que en muchos de ellos la materia prima tiene un precio elevado en el mercado. Del servicio comentar que están correctos en todo momento aunque quizás pecan de exceso de rapidez. Quizás fue porque estábamos pocos comensales, pero en ocasiones era como si nos metieran un poquito de prisa, trayéndonos los platos cuando ni siquiera habíamos finalizado el anterior. Un aspecto a mejorar del local sería la disposición de las mesas puesto que están excesivamente juntas. Nosotros tuvimos la suerte de ir un lunes y había muy poquita gente pero si hubiera sido un fin de semana y hubiera estado concurrido habría sido imposible el tener una cierta intimidad puesto que el no enterarse de la conversación de las mesas de alrededor estando dispuestas como están se antoja misión imposible. Como punto final a este repaso, comentar que el ticket te lo traen en una pequeña paellera haciendo honor a lo que son y dentro de esa paellera junto a la cuenta una tarjetita de Tapelia. Un muy buen detalle que no lo encuentras en muchos de los restaurantes de postín. En resumen, Tapelia ha resultado ser un muy buen descubrimiento. Una muy buena alternativa para salir a comer o cenar, donde encontraras no sólo paellas sino todo tipo de platos tanto de mar como de montaña siempre elaborados con ingredientes mediterráneos. Opinión de Javier RiojaAl final nos decidimos a cenar en Tapelia porque era un lunes y algunos lugares estaban cerrados, unido a que en el centro ya nos quedan pocos sitios nuevos a los que ir, le echamos el ojo a la carta de la calle y no nos pintó mal. La verdad es que estaba poco informado, si hubiera echado un ojo a su web oficial (al final de esta guía tenéis el enlace) quizás no me hubiera sorprendido tanto, porque me daba la sensación de que el local era de una calidad inferior de la que realmente tiene. Aunque más que local debería decir cadena de restaurantes nacional, porque se encuentra en muchos puntos de España, como Madrid, Alicante, San Sebastián o Málaga y todos se caracterizan por los mismos principios que detallaré ahora, aunque el servicio y la cocina, como no, cambia, aunque la carta sea idéntica. En un local bastante grande pudimos sentarnos donde quisimos porque estaba vacío, nos acompañaban en el otro lado otra pareja en la zona de no fumadores, también hay que añadir que era un lunes y lo agradecí, porque si hubiera habido mucha gente habría parecido en vez de un comedor una discoteca todos comiendo apretujados. La carta parecía interesante, toques modernos sin contar las paellas y como casi siempre que veo un menú degustación interesante me decido por él, no lo dudamos (a mesa completa). Mesa siempre acompañada de una jarra con aceite de oliva virgen firmada por Mulero de Adamuz, con gran calidad reconocida. El pan era bueno, cosa que se agradece… aunque pequeño, lo probé con aceite de oliva y el resultado fue muy positivo. La carta de vinos posee unas pocas referencias por tipo rosado, blanco y tinto, destacando claramente en primera página los vinos del mes. Nos apeteció un blanco y optamos por un Laus de nuestra tierra elaborado únicamente con Chardonnay servido a buena temperatura. También pedimos agua y fue de agradecer que nos trajeran una botella Aquabona de 1 litro, aunque luego nos la cobraron bien, 3€. Adentrándonos en la comida, como entrante nos prepararon unas tostas para untar mojete de bacalao con atún con clara predominancia en sabor de este último. El primer plato me gustó bastante, sobre todo la compota de tomate. Ya en este entrante se dejó entrever la presentación de los platos, con mucho dibujito de salsitas para dar viveza y color al plato. Quizás el mejor plato fue el segundo, el crujiente con foie de pato… se deshacía en la boca, un bocado exquisito. Después, una pequeña crêpe rellena de merluza y bechamel, en la que no conseguí encontrar la merluza y me parecía un simple canelón más que una crêpe. Antes del postre quedaba un plato más, en este caso carne, churrasquito… pintaba bien, olía bien al bacon, pero la carne fue simplemente y llanamente… de las peores que he probado desde hace mucho tiempo, una pena porque estaba bien cocinado y el bacon le acompañaba bien. Vamos con el postre… un hojaldre que me pareció que tenía un saborcillo raro, aunque le salvó el helado de turrón con salsa de chocolate. Para terminar un simple sorbete de limón al cava del que hace mi madre en casa, algo más original hubiera sido de agradecer. Del servicio no me puedo quejar, aunque por un momento y viendo que casi estábamos solos, no entendí la rapidez con la que empezaron a traer platos a la mesa. Nos acompañaba de fondo musiquilla cantadita, bajo mi gusto 3-6db más alta de lo que debiera. Las instalaciones muy correctas, modernas. Los baños bien, con un detalle: no hay secador y sólo te podrás secar las manos con papel, con el gasto que conlleva a lo largo del día, poco ecológico. El precio es reducido si lo comparamos con otros restaurantes parecidos, los dos menús degustación salieron por 63.30€, es dinero, pero si por ejemplo pides en un bar modesto dos tostas con foie de pato y una botella de vino, os pueden cobrar perfectamente la mitad de lo que nos costó esos dos menús de 6 “raciones” cada uno. Un buen descubrimiento, recomendables 100% aunque no lo curioso que no por sus arroces precocinados.
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Javier Rioja © 2006-2022
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