Ficha Técnica. Dirección:
c/ Moneva 2, "Pasaje Argensola", 50001, ZaragozaHaga Clic para ver el M IntroducciónDentro de una ciudad grande como Zaragoza hay muchos restaurantes para elegir, uno de los que empezó con muy buen pie y que a día de hoy aún mantiene una buena relación/precio es el Restaurante Smoük, a un minuto de la Plaza del Pilar. Como detalle excelente, la carta se renueva periódicamente todas las semanas, y lo más importante: al mediodía existen menús baratos (por 18€), por la noche y fin de semana por 26€ y martes y miércoles por la noche se puede degustar un menú degustación Thai por 22€. Como aspecto a mejorar, la carta de vinos es muy justita. Destacan en la carta los productos de temporada, sus ahumados (smouks) y especialidades italianas. Os recomiendo visitar su web oficial que se actualiza regularmente luciendo un aspecto cuidado y acorde con el restaurante, aunque suspende en accesibilidad. Este restaurante Smouk me destaca por sus instalaciones, con una decoración atractiva en tonos grises y maderas de roble que transmiten grandes dosis de paz para degustar los platos. Tras la cortina gris adamascada imitando el terciopelo que deberéis atravesar para acceder a la sala, se esconde un enorme mural pintado sobre la pared principal decorada en su zona inferior con trazos modernos dibujando motivos de cocina (platos, tenedores, cucharas,..) sobre los que se sitúa en letras en tonos bronce el nombre del restaurante en relieve. Justo en esa pared un sofá acolchado de tono neutro difícil de descifrar (gris, beige, marrón clarito) corrido por toda la pared llama poderosamente la atención, del mismo modo que ciertos motivos decorativos como una mosca realizada con hilos y alambres suspendida en una de sus esquinas. Como decimos, cuenta con unas de las mejores instalaciones de Zaragoza, una sala no muy grande para 35 personas, sin llamar la atención con nada ostentoso y con un gusto extraordinario en donde destaco la forma de iluminar la sala: tenue, cálida y sofisticada.
Cena a la carta. (Primer acercamiento)En mi primera incursión en Smoük, (poco después de su apertura en 2008) nos decantamos por pedir a la carta en una cena rápida de negocios. Las sensaciones fueron buenas tras bajar las escaleras, nos atendieron estupendamente y tuvimos casi todo el restaurante para nosotros solos. La carta es muy limitada y por ello tuve que preguntar a una de las camareras por alguna recomendación. Como entrante nos sirvieron un bocado de ahumado de salmón y un cuenquito con aceite balsámico para untar con un buen pan. Destacar un trato muy cercano y profesional. 2 jóvenes mujeres que se aventuraban a recomendar “las croquetas están muy buenas, seguro que os gustan”, basando sus gustos en preguntar durante la cena qué nos ha gustado para recomendar después a otros comensales. Se agradece porque odio el “todo en este restaurante está bueno”. En la carta sobresale por un lado el menú de 25€ y por otra los ahumados, tanto de pescado como de carne. Los dos entrantes más dos segundos y el postre (todo para compartir) con un vino Muga Rioja costó 71€. Menú de grupos, Navidad 2009Esta vez la visita no fue todo lo buena que la primera. Los entrantes estuvieron muy bien como de costumbre, unas estupendas croquetas y carpaccios. Nos dejaron en la mesa un botecito de sal del Himalaya en perlas, la cual nos dio para mucho con el cachondeo toda la noche. De primero me decanté por unos buenos cogollos de alcachofas con jamón y de segundo un entrecotte muy normalito con el gran fallo de pedirlo al punto y traerlo más bien muy hecho. Ya para terminar la gran lentitud de toda la cena, acabando a la 1 de la noche tras 3 horas cuando apenas comimos nada especial y supuse que de todos estos infortunios, el cocinero era un aprendiz que no sabía por ejemplo hacer un coulant y un despistado al caérsele sal dentro de un postre. Un fiasco. Menú degustación Thai (Noviembre 2009)En un miércoles en fiestas del Pilar la sala estaba con muy poquita gente, el detalle es más extraño cuando su situación es excepcional, entre la calle Don Jaime y la Plaza del Pilar. Una vez dentro, desde el principio me llamó la atención lo alta que estaba puesta la música (jazz), el problema es que cuando llevas un rato comiendo la música te termina cansando y te ofuscas porque no hay forma de quitarla. Los martes y miércoles noche, Smouk hace gala de un menú Thai, pintaba bien porque es original en la ciudad y el precio en teoría no es alto, al costar 22€ con IVA, pan, vino o cerveza y agua sin embotellar (lo bueno es que se puede repetir agua sin que cobren suplemento). Uno de los camareros, aún muy verde en la profesión, nos pregunta por la carta, y el otro camarero, nos echa el vino en las copas sin mediar palabra. Vino joven, un Tempore del 2008 que me sorprendió bastante con calidad/precio estupenda, vino del bajo Aragón, concretamente de Lécera. Empezamos con el primer plato, una ensalada de mango y jengibre, de lo más simple con finitas láminas de mango sin mucho sabor, mal resultado. Nos cambian cubiertos, cosa que se agradece, y nos traen el siguiente plato: la tempura de verduras y langostinos, aunque mejor dicho diría langostino porque sólo había uno y lo demás eran verduras como pimiento rojo, calabacín o cebolla, el resultado no era malo, aunque cansaba al final, buen detalle fue la salsa de soja con yogurt para untar. Tras este segundo plato más bien era como si nos hubiéramos comido 3 tapas en un bar. Y en ese momento me di cuenta de que la calidad precio de este menú es vergonzosa, porque pagar 22€ por comer 4 trozos de verdura no es admisible. Como plato final antes del postre para llenar el estómago, nos pusieron un bol con curry rojo de cerdo (que en realidad era pollo) con lima, bambú y arroz jazmín. Con lo bien que suena este plato y no pudo dar peor resultado: una bola de arroz insulso (recordándome al que se come en la propia china, prieto como una maseta y sin sabor alguno) y una salsa tremendamente picante en donde al segundo trozo de carne ya te cansa, incluso te acalora… me encanta la comida picante, pero este plato se lo podrían haber ahorrado. Que en un menú Thai te pongan un coulant de postre no lo entiendo mucho, es un postre que nunca falta en Smouk y el resultado final con el acompañamiento del helado del cardamomo fue excelente (con suplemento en el precio de 3€). Que en una hora hayamos terminado de cenar, para comer 4 trocitos de verdura, 2 de carne y una bolita de arroz regada de curry no dice mucho a favor de este menú, ni del restaurante. El servicio no estuvo bien, es de las veces que tampoco lo puedo explicar con hechos claros, no hicieron nada mal, pero no te sentías a gusto con ellos, es una sensación que suele pasar poco, pero cuando ocurre no comes a gusto. El colmo fue al final cuando aún no había terminado de comer mi bol de curry cuando traen los dos postres y no fue porque fuera tarde, sino porque el coulant lo hicieron antes de tiempo y si lo dejaban esperar se secaba el chocolate de dentro. Esa fue la explicación del único camarero que podríamos decir daba la talla en todo el comedor. Total, fueron 48,5€ los dos menús, más el suplemento del postre y un poleo menta, muy caro para lo que comimos. Al terminar la cena, una de las parejas que teníamos enfrente, la chica se montó encima del chico en una silla y se estuvieron dando el lote en pleno restaurante, eran amigos de los camareros… nula profesionalidad, más, cuando hay un estupendo bar en planta calle, con gran reputación adquirida durante todo este tiempo donde recomiendo sus mojitos. Profesionalidad que volvió a quedar en entredicho cuando nos levantamos para irnos y nadie ni un simple aprendiz de camarero quedaba en la sala para decirnos adiós. Profesionalidad que sin duda no se puede denominar como tal. Concluyendo, Smouk es un restaurante muy moderno con aires de superioridad a precios contenidos que poco a poco ha ido perdiendo todo lo bueno que tenía. Ha pasado de ser uno de mis restaurantes favoritos a convertirse en un restaurante de lo más vulgar tirando a indecente.
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Javier Rioja © 2006-2022
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