RESTAURANTE SAKURA V

Ficha Técnica.

Dirección: c/Luis Vives, 6 – 50006 ZaragozaHaga Clic para ver el Mapa.
Teléfono: 976 40 18 55
Precio medio: 30€

Introducción

Una de las comidas exóticas por excelencia es la japonesa, gastronomía que se está extendiendo por las ciudades, casi podríamos decir, como la pólvora. Los restaurantes Sakura están siendo en Zaragoza los encargados de ponerla de moda. Con gran afluencia de público gracias a tres premisas básicas: calidad, servicio (a pesar de lo que penséis no son japoneses, sino chinos bajo estética nipona) y buen precio, se están ganando en sus restaurantes japoneses la confianza de buena parte de los adeptos a esta comida en nuestra ciudad.

Con varios restaurantes en la ciudad, el de Luis Vives quizás sea el más cuidado, con una estética zen y un ambiente en tonos grises, vengués y negros que dotan al local, a pesar del habitual bullicio, de un aire más intimista.

Si no conoces la gastronomía nipona es una buena elección, comerás bien y lo que es mejor a un muy buen precio.

Crítica

Al abrir la puerta del restaurante Sakura en Luis Vives casi me topo con un asiático que muy amablemente nos pregunta sí queríamos mesa para dos. A los 4 segundos llega la camarera para llevarnos a la mesa, dentro de un amplio y lleno restaurante.

Dejamos los abrigos en las perchas provistas para ello y miramos la amplia carta. Tras desechar el menú degustación por 41€ para dos, elegimos un menú Sakura por 28€ y otro Tokio por 24€. Lo que nos da un precio algo más alto de lo normal para este tipo de restaurantes asiáticos, pero la verdad es que incluyen mucha comida y merece la pena.

Pedimos un par de cervezas japonesas “Asahi” (a 3,25€), y agua (500ml 1,85€).

Los camareros y camareras se podría decir que iban corriendo por los pasillos, no he visto servicio más rápido en mi vida porque en la zona en la que estábamos que no era muy grande había por lo menos 4 camareros.

Raudos y veloces nos traen la ensalada en un cuenquito, me dispongo a sacar los palillos que están unidos en su madera al final y tras romper dicha unión siempre queda alguna astilla, un detalle tonto que no me gusta. Se pueden pedir cubiertos, por ejemplo el arroz no sé cómo se lo pueden comer con palillos (más yo que soy un negado para los palillos y ni siquiera tras visitar China he conseguido lograr usarlos con destreza).

Tras una original ensalada de pepino con semillas de sésamo en salsa de soja nos trajeron una tempura mixta (verduras y un langostino) sobresaliente, al punto.

Al poco rato nos trajeron el Sushi y Sashimi con el típico y repugnable wasabi acompañado de las flores picantes incomestibles (o como se llame), todo regado con soja.

Cuando no me había metido ni dos sushis a la boca nos traen el plato con las vieiras y un langostino y medio acompañado de dos salsas. Los pequeños trocitos de solomillo de ternera estaban también muy decentes.

Iban llegando platos al mismo ritmo que se iban terminando, en este caso nos traen el último plato tras el postre que sería un cuenquito de arroz por un lado y los fideos por otra. El arroz muy bueno, pero me tuve que dejar la mitad porque me encontraba algo harto.

Tuvimos que elegir entre dos postres, y para probar los dos, elegimos cada uno un postre diferente. La tarta de chocolate buena, como las que suelen poner siempre y el helado a la plancha de vainilla también, lo esperado, dos postres típicos.

Para terminar el típico sake, que aunque no me gusta, sé que me sienta bien... como el orujo.

Al final una cena de 65€, el precio está a medio camino entre los japoneses de baja calidad y los grandes restaurantes con pedigrí en España de los cuales tendremos que hablar algún día. Sakura es un japonés de enorme calidad, hay menús al medio día por 9€ y la verdad es que por ese precio comimos mucho y bien.

Las instalaciones muy cuidadas, cómodas y bonitas. Los baños bien, aunque sobraba el jabón del todo a 100 que no pega nada en un restaurante.

Ya por último y antes de terminar, os comentaré dos servicios que ofrece Sakura y que no  deja de ser lo típico en estos restaurantes, pero no deja de tener cierto carisma.
Por un lado el Teppanyaki, que viene de teppan (lámina de acero) y Yaki (saltear) y como bien habréis adivinado, es el típico experto cocinero que se dedica a cocinar a un metro tuyo en una gran plancha caliente haciendo malabares con cubiertos, llamaradas y percusión ante la atenta mirada de los comensales bien provistos de delantales a modo casi de babero. En fin de semana es recomendable reservar si es que quieres sentarte en esta zona.
Por último es posible reservar en un privado al más puro estilo japonés, lo que llaman Tatami. Por un 15% más del precio que gastes en el menú.

No puedo terminar sin citar lo que muy amablemente nos sugirió un lector (Miguelico) de estas guías, ya que al parecer, detrás de Sakura no hay japoneses, el servicio y todos los asiáticos que hay detrás de Sakura, son nade menos que chinos.

Esta vez no creo que hayamos descubierto un restaurante nuevo a cualquier maño que le guste la comida japonesa, pero si eres de los que aún no ha estado o incluso si nunca has estado en un restaurante asiático, es una buena ocasión para hacerlo porque es un lugar muy cuidado.