Ficha Técnica. Dirección:
c/Madre Vedruna, 6 - 50008 ZaragozaHaga Clic para ver el Mapa. IntroducciónTras nuestra visita de tapeo al Tabernillas de Inocencio Jiménez, llevábamos ya tiempo teniendo en el tintero el visitar de manera más formal alguno de los tres locales que tiene esta sociedad para centrarnos en comer comer y decidimos ir al último de los locales inaugurados. Se abrió haciéndolo coincidir con el 50º aniversario de los Tabernillas con el objetivo de consolidar más si cabía su presencia en la ciudad. AmbienteLocal de ambiente clásico con una llamativa decoración de sus paredes en tonos rojos casi rozando el granate y con capacidad bastante amplia, caracterizada por la sobriedad como estilo predominante con la madera como principal protagonista, forrando parte de las paredes al igual que la barra que hay entrando al local y que permite si así se desea cenar de manera más informal. ServicioProbablemente el servicio sea uno de sus puntos fuertes. Dos jóvenes camareras y un simpático y atento camarero francés hacen que el servicio a los clientes sea rápido al mismo tiempo que profesional y cercano, muy familiar. Comida/Carta La principal novedad de la carta de este local con respecto a los otros dos que posee la firma, es la parrilla con la que cuenta para poder hacer carnes y pescados a la brasa. Siendo el plato estrella de la misma el chuletón de buey que suele ir acompañado si así se solicita de pimientos de piquillo de lodosa. El resto de la carta sigue la misma línea que los otros dos locales. Por nombrar algún entrante están las yemas de espárragos con bonito encebollado y endivias, centros de tomate con jamón ibérico y bonito, los archiconocidos huevos rotos con ibérico, las virutas de foie con tostadas crujientes y una amplia variedad de ensaladas como la maraña de escarola con bonito y gulas o la ensalada de patata confitada con trigueros y langostinos. Para los segundos a elegir entre carne o pescado. Amplia variedad de pescados desde besugo hasta dorada, lenguado, merluza o rape y entre las carnes como, no el solomillo con salsa al gusto (foie, setas, al ajillo, etc), carrillera ibérica, entrecotte, costillas de ternasco, o el ya mencionado chuletón de buey a la parilla de 1 kg y que sólo se puede encontrar en este local. Como dato a reseñar, la existencia de un menú del día de mediodía que varía según los productos de mercado, en cuyo precio está incluido todo y en el que se puede elegir entre 10 opciones tanto de primeros como de segundos y con postres de elaboración casera. En resumen, una carta eminentemente clásica que no tacaña en cuanto a las raciones que suelen ser por lo general bastante generosas y que podrá satisfacer los gustos de todos dada su amplia variedad y su “normalidad” culinaria. PrecioLos precios son los habituales del mercado para este tipo de cocina si bien hay ciertos platos que pueden resultar caros como es el caso de las ensaladas que no baja ni una sola de ellas de los 16€ al igual que los postres que viendo su calidad pueden resultar algo caros sobrepasando todos ellos los 5€. Por lo demás tanto las carnes tienen un precio justo y los pescados a pesar que subir un poquito el listón podrían considerarse razonables igualmente. Opinión Sonia Decidimos ir al Tabernillas de Madre Vedruna por recomendación de un compañero de trabajo asiduo casi todas las semanas al local. La sensación con la que salí fue con la de frustración y decepción y más habiendo pagado ese precio. Sinceramente, me parece inaceptable que un local como Tabernillas de semejante fama y con una andadura de tantos años se permita el lujo de ofrecer una cocina así. Opinión de Javier RiojaLa carta del Tabernillas se encuentra en 5 idiomas y uno de los camareros es francés: esto es lo que más me destacó del restaurante, porque por lo demás... teniendo en cuenta que Tabernillas tiene un nivel de fama y precios medio-alto, tras la visita no creo destaquen en nada, manteniendo muy bien el tipo, pero antes que este restaurante hay otras opciones mejores. Volviendo a la carta, es amplia, pero no me destacó nada de ella. Pan abundante en la mesa y de primer bocado elegimos chistorra, la encontré perfecta (pero ojo, 4€). Esperaba más del gallo, es una carne muy especial y no creo que estuviera bien realizada junto con una ensalada de lo más vulgar. En los segundos los precios se desorbitaban sobremanera en los pescados, por ejemplo el besugo costaba 27€, pedí rape y no tenían por lo que tuve que conformarme con un plato de entrecotte de buey que cumplió sin llegar a lo bien que nos hablaron de comer carne en el Tabernillas... porque el colmo estuvo en un solomillo detestable, no sólo en materia prima sino en su realización. Para el final nos dieron a elegir entre muchos postres típicos y nos decantamos por un buen pastel de queso y un pastel ruso que era más bien de mantequilla. Toda esta cena, teniendo en cuenta que sólo hubo un primero, dos segundos con sus postres, cafés y un vino de 15€, costó 87€. Por lo que se me antoja caro para el resultado final, las raciones son amplias pero la comida no es nada del otro mundo y el precio sí lo es, por lo que es un lugar que no puedo recomendar. Dentro de un ambiente clásico de mucho pijerío, los baños cumplen bien con dos lavabos y el servicio se comportó de forma muy correcta, quizás fue lo único que cumplió como un restaurante medio/alto. No puedo terminar esta crítica sin recomendar eso sí, tapear en su bar, os saldrá más barato que entrar en el comedor y por ejemplo, tienen platos como los huevos rotos que lo bordan. Recomendamos el situado en la calle
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Javier Rioja © 2006-2022
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