RESTAURANTE BORJA AZCUTIA

Por recomendación y tras mucho buscar porque nos dijeron mal el nombre de este restaurante (Azcuita, en vez de Azcutia), reservamos una mesa en este restaurante (pidiendo ya de paso la paella, para no tener que esperar). Destacar que en el hotel Hospes Palau de la Mar cuando pregunté por sitios donde comer, nos recomendaron varios típicos (y cercanos además) como Casa Roberto y Racó del Turia, pero cuando preguntamos por Borja Azcuita, de los cocineros que se han hecho famosos por las paellas al Rey de España, no tenían constancia del lugar, y nos proporcionaron el teléfono tras llamar a información telefónica. 

Sabía que no comeríamos mal aunque no me esperaba este tipo de restaurante. 

Para empezar el local ha cambiado de ubicación, se sigue encontrando en la misma calle, pero esta vez en el número 16. Una vez dentro, nos atiende un camarero de estos que parecen más de pueblo que una remolacha. En todo el comedor (enorme, más de 20 mesas) nos acompañaban sólo dos mesas ocupadas. La decoración… nada destacable, excepto unos cuadros en los que siempre había caballos y el par de marcos con fotos en donde salía un tal rey de España con todo el equipo del restaurante. 

Primera sorpresa: no hay carta. Muy amablemente nos recita a viva voz las opciones antes de la paella y optamos por dos platos, unas tallarinas, coquinas y tellerinas en la zona de Levante muy buenas (12€) y unas puntillas de calamar o pulpitos excelentes (15€), de los mejores que he probado. Como otras opciones tenemos el jamón de Guijuelo o el carpaccio de atún. 

La paella la escogimos valenciana, buscaba una típica del lugar con judías, carne, alcachofas, habas y unos pocos caracoles pequeños y sabrosos. ¿El precio?: 15€ por barba. Se notaba que la paella estaba cocinada con mucho mimo. Hay otras opciones, ya sean paellas secas o caldosas como a banda, negra y de bogavante. 

En cada mesa había un vino de la casa, en nuestro caso un buen crianza Cautivo Rioja del 2004, que fue el que escogimos finalmente (14€). Por último el pan era malo y te lo cobran a parte (1,5€) y como toque de la casa, al final te traen dos botellas de orujo, uno de hierbas y otro blanco. 

El precio final unos nada despreciables 82€. La calidad bien lo merece, porque ya que quiero probar una paella típica en Valencia, intento ir al mejor sitio para no ir engañado después, si no me gusta una buena paella valenciana que no sea por el restaurante. Pero lo que subió el precio no fue la paella, sino los dos entrantes. 

Un restaurante en el que la calidad del producto destaca por encima de todo, y en el que quizás el precio se dispara con gran facilidad.

Instalaciones:	(7,4)
Servicio:	(7)
Calidad:	(8,3)
Precio:	(7,8)

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Web oficial: (no tiene)