Ficha Técnica. Dirección:
c/Catania, 5 – Zaragoza 50006 Clic para ver el Mapa. IntroducciónSi eres de los que crees que por la zona universitaria solo podrás toparte con los tan manidos sándwiches y las habituales ensaladas de los garitos que rodean el campus, te proponemos un lugar muy alejado, en cuanto a estilo, de los bares y restaurantes de la zona de la universidad y no muy lejos de ella que seguro te gustará. Muy cercano al Parque Primo de Rivera y a escasos pasos de la conocida Estación del Silencio se encuentra la Bodega del General, un atípico establecimiento, para los tiempos que corren, que a todos los que somos asiduos a él nos enganchó desde el primer día que lo pisamos. AmbienteDesde el primer momento que entres a la Bodega te sorprenderá su ambiente, su estilo y su decoración. Si estás pensando en una típica bodega de las muchas que hay por la ciudad sentimos decepcionarte porque nada más lejos de la realidad. Yo creo que su ambiente y su estilo se asemejan más al de un bar de pueblo. Chorizos, jamones y longanizas colgadas a lo largo de toda su barra adornan el local conjuntamente con fotos por todas las paredes de los equipos deportivos aragoneses de élite, algún que otro calendario de tías buenas (tipo cabina de camioneros) y otras tantas fotos de alguno de los dueños de la Bodega posando con sus respectivos equipos de futbito. ServicioTres amables camareros, te atenderán de manera rápida y sirviéndote las distintas raciones con la mayor rapidez posible. Siempre en su punto y en ocasiones gastando alguna bromilla y siendo socarrones, ganándose de este modo a la clientela ya no solo por el estómago sino también por el trato. Comida/CartaUn plato sobresale sobre todos los demás siendo sin ningún género de dudas el elemento estrella de la Bodega y no es otro que las patatas asadas. Inmensas y buenísimas no hay nadie que vaya que se resista a probarlas. Es más, hay muchísima gente (entre los que me incluyo) que vamos de propio a comerlas. Eso sí, solo las preparan por las tardes noches y de lunes a viernes así que, recuérdalo! PrecioEl precio es otro de los atractivos de la Bodega. La cena a base de picoteo puede salirte entre los 10 y 15 euros dependiendo de lo glotones que seáis. Precio más que razonable para el tipo de establecimiento en el que nos encontramos, la cantidad de las raciones, calidad y servicio que se ofrece. De todos modos, en cuántos lugares de Zaragoza puedes picar este tipo de comida y salirte una cena por estos precios? Opinión de Sonia AgudPersonalmente la Bodega es un sitio que me encanta. Este bar un tanto cutrecillo pero con un ambiente enormemente familiar, amigable y cálido es uno de mis imprescindibles para ir con amigos a comer unas tremendas patatas asadas. Y digo bien, tremendas, ya no solo por su tamaño sino también por lo riquísimas que están. Suele ser un local que se llena los fines de semana. Yo que suelo ir los viernes es raro que encuentres sitio fácilmente a partir de las 9.30 pero este es otro de los encantos que tiene la Bodega. Intentarte hacer sitio en su barra o compartir mesa con otros clientes es algo habitual entre los que lo frecuentan. Gente pasando platos a otros clientes que están lejos de la barra, prestarte taburetes los unos a los otros o colgarle el abrigo a una madre que acaba de llegar con sus hijos y marido suele ser algo cotidiano en este local y todo ello genera ese ambientillo tan familiar y con tan buen rollito entre la clientela. Sin olvidar que mucha culpa de ello la tienen los camareros siempre cercanos y amables, contribuyen sin duda a generar este ambiente. En cuanto a la comida, todo muy apetitoso y de bastante calidad. Como he dicho antes, imprescindible pedirte una patata. No puedes irte sin probarla. Es el buque insignia de la Bodega. Te sorprenderá lo grande que es pero a pesar de su tamaño harás lo imposible por terminártela porque está de vicio. Seguro que te preguntarás todo lo que nos preguntamos los que vamos. Pero aquí hay sólo una patata? Porque para ser una cunde como tres o cuatro. He de decir que la patata suele llenar bastante así que antes de pedir en exceso es preferible que pidas solo un par de cositas más y, si luego te quedas con hambre, que pidas algo después. Generalmente con las patatas y un par de platos más te quedarás satisfecho. La ensalada de tomate y escabeche es buenísima al igual que los trigueros, la morcilla o el chorizo y longaniza asada. Para que os hagáis a la idea de los precios, os comento lo que comimos la última vez que estuve. Éramos diez y nos pusieron patatas para todos, dos ensaladas, dos de morcilla, dos de trigueros, dos raciones de queso y jamón y otras dos de navajas. Para beber pedimos 4 botellas de tinto crianza y alguna caña y jarras de cerveza. Pagamos 14 euros cada uno y esta es la vez que más he pagado en la Bodega. Para todo lo que comimos y las raciones que ponen está muy bien de precio. ¿Qué más os puedo decir de la Bodega del General? Creo que está todo dicho ya. Sólo os queda ir y comprobar por vosotros mismos la singularidad por los cuatro costados de este establecimiento de los que ya no quedan muchos en Zaragoza. Opinión de Javier RiojaEn este caso estamos hablando de uno de los lugares más auténticos de Zaragoza; un bar más bien pequeño con 3 mesitas y una gran barra en U donde se pueden comer entre otras cosas unas patatas asadas (¡!). Patatas asadas… siempre me han gustado, es como el pan con tomate y la tortilla de patata, clásicos que gustan a –casi- todo el mundo y clásicos que se cocinan en todo el mundo, pero con más o menos fortuna. Pero aunque sea un clásico, no es nada común encontrarla en una carta de un restaurante o un bar, y por ello recomendamos este lugar en donde nos preparan unas patatas enormes a las que le echan una salsilla para darles el toque de la casa, excelentes. Pero no sólo de patatas viven en la Bodega del General. Navajas, trigueros, almejas, berberechos, embutidos, … todo con el mismo común de calidad y en grandes raciones. En nuestra estancia nos acompañará un calendario de mujeres ligeritas de ropa (mejor dicho sin ropa), una máquina recreativa de 20 años atrás y un tres camareros que van gritando lo que va pidiendo cada uno, ¡¡3 patatas!!!. Y uno de ellos se encarga de cocinar entre brasas estando siempre visible, lo que se agradece. La calidad es excelente y el precio sorprende porque siempre que pides la cuenta esperas una cosa y nos alegran la cara al equivocarnos al alza, por lo que este bar se convierte en uno de los lugares que más podemos recomendar en Zaragoza para una visita informal. Por ejemplo: 2 jarras cerveza, 2 patatas asadas, 4 pinchos morunos, un plato de navajas y otro de pulpitos... tras calcular el camarero con papel y boli... ¡27,5€!.
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Javier Rioja © 2006-2022
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