RESTAURANTE LA MAFIA (Se sienta a la Mesa)

Ficha Técnica.

Dirección: C/ Pablo Casals, 2 50018 - Zaragoza Clic para ver el Mapa.
Teléfono:976 73 05 05
Cierra: No cierra
Precio medio: 20-30 €

Introducción

Una de las franquicias de restauración aragonesa con mayor proyección de los últimos años es sin duda el Grupo Re-Imagina al que pertenece su restaurante pionero, La Mafia, al que siguieron las tapas de La Croqueta, los bocatas de Mostaza y las carnes de La Barbacoa. Dedicamos nuevamente, y por segunda vez, un espacio en nuestra sección para hablar en esta ocasión de La Mafia, el restaurante con el que el grupo inició su aventura gastronómica y que le ha permitido abrir franquicias en buena parte de nuestro país (Barcelona, La Rioja, Madrid, Navarra, Comunidad Valenciana, La Mancha) e incluso llegar a extenderse por el vecino Portugal con un restaurante en Oporto. 

Ambiente

Os hablaremos hoy de La Mafia que se encuentra frente al Centro Comercial Grancasa. Si bien la mayoría de los establecimientos siguen la misma línea en cuanto ambiente, quizás este sea de los más modernos de la cadena dentro de la ciudad. Con una fachada  de madera en tonos rojizos y su llamativo cartel de letras blancas sobre fondo negro y la rosa roja de su logotipo apoyada sobre las letras se da paso al restaurante. Un local bastante grande en el que podrán comer fácilmente del orden de 70 personas e incluso sobrepasarlo. Con paredes forradas, dependiendo de la zona, en tonos negros o de papel a rallas blancas y granates con un toque eminentemente moderno. Llama la atención los cuadros que se suceden sobre sus paredes de la película El Padrino recreando fotogramas donde pueden verse a Al Pacino y Marlon Brando entre otros y es que todo en el local pretende evocar a esa Mafia siciliana del que el restaurante toma su nombre. Por lo demás, mesas vestidas con manteles de cuadritos rojos y blancos típicamente italianos y de madera en tono claro. Ya por último, y para dar un tono fresco y juvenil al local, llaman la atención las cartas sobre las mesas. Unos menús presentados en llamativas cartas cuadradas con asas en su parte superior y muy coloridas con espirales y topos sobre fondo negro y en colores turquesas, amarillos, verdes, fucsias… que evocan en cierto modo un estilo algo retro pero actualizado.

Como detalle a reseñar hay que destacar que una parte del local se comunica con otro de los establecimientos del grupo. Situado  en el local contiguo se encuentra la Croqueta y ambos se comunican por un pasillito estratégicamente colocado para pasar bastante desapercibido. Una útil idea ya que en ocasiones pasan camareros de apoyo de un lugar a otro dependiendo de que la afluencia sea mayor a un local u otro. Una buena idea, sin duda. 

Servicio

Un jefe de sala encargado de controlar el local y especialmente de recibir a los clientes y acompañarlos hasta su mesa y una considerable cantidad de camareros dadas las dimensiones del establecimiento. En cuanto al servicio decir que por lo general y desde que abrieron ha ido yendo a peor. No es que te dejen abandonado de la mano de dios pero depende qué camarero/a te toque, a pesar de sus buenas intenciones, puede que te tengas que armar de paciencia, más si cabe si vas un viernes o sábado por la noche. Esto no quita que en ciertas ocasiones se te atienda como debe pero hemos de destacar que hemos estado en numerosas ocasiones y esto lamentablemente se da cada vez menos. 

Comida/Carta 

Como punto positivo de su carta la variedad en cuanto a los platos. A pesar de estar en un restaurante italiano no tienes por qué comer comida típicamente italiana puesto que dentro de la carta hay opciones que se alejan un poquito de esta oferta gastronómica. Como decimos, dentro de la carta encontrarás las opciones que a continuación te detallamos:

• Ensaladas (de rulo de cabra, de gambas, Cesar, Búfala,…).
• Antipastis que puedes tomar para compartir tipo entrante (lasañas, berenjenas gratinadas, huevos rotos, carpaccios, risotto, ahumados o foie,…)
• Crepes. Estos originales crepes son de las últimas incorporaciones a la carta y los presentan abiertos y por lo general de originales sabores como el de queso de cabra con piñones y pasas, el de salmón, bacon o el de berenjena.
• Pizzas y Pasta. Sus platos más típicos son los que más abundan. Unas fuentes de pasta preferiblemente para compartir entre dos en las que deberás elegir el tipo de pasta (las hay de todas las clases) y la salsa con la que acompañarla (desde las más típicas como pesto, carbonara hasta más originales con trufa e incluso hay una con vodka). Al igual que las pizzas y los calzones preparados en horno tradicional entre las que te encontrarás desde las propuestas más tradicionales hasta otras más novedosas como la de queso con cebolla caramelizada.
• Carnes por si no te apetece meterte un buen plato de pasta entre pecho y espalda. Sobretodo cunden bastante los solomillos preparados de distintas clases especialmente con queso y a la mostaza.
• Postres. Desde helados y sorbetes hasta la típica panacota o tiramisú o el tan manido brownie.

Mención también a los vinos entre los que destacan como no los lambruscos, los hay tintos, rosados e incluso blancos, que si no lo habéis probado os lo recomendamos ya que está muy bueno.

Carta como veis amplia y variada y raciones de lo más generosas que no os harán quedaros con hambre aunque seáis glotones. 

Precio 

A pesar de que en los últimos tiempos la Mafia ha subido un poquito sus precios y ya no es tan barato como en sus comienzos, es un restaurante de lo más asequible. Muestra de ello es que los fin de semanas está lleno de familias y parejas jovencillas especialmente para cenar. Dependiendo de si tomas vino o postre la cena compartiendo una ensalada y con pasta puede oscilar entre los 18 y 25 euros. Para que os hagáis a la idea las bandejas de pasta no llegan a los 12 euros, los crepes rondan los 9 euros y las pizzas entre los 10/15 euros. Lo dicho, por lo general unos precios bastante asequibles para los tiempos en que estamos. 

Opinión de Sonia Agud 

Si una palabra define mi opinión de La Mafia es la irregularidad y más de un año a esta parte. De siempre suelo ir con cierta frecuencia al de al lado de Grancasa y en los últimos tiempos ha empeorado considerablemente en cuanto a servicio y elaboración de platos, si a esto le unes el aumento del precio final, como os imaginareis muy buena no puede ser mi opinión. Sin embargo me limitaré a nuestra última visita.

Fuimos un sábado por la noche a eso de las 22:30 y asombrosamente había mesa, algo no muy normal si bien el local es bastante grande. Nos atendió uno de los dos jefes de sala que suele haber. Bastante estirado y al que le costó cerca de diez minutos acercarse a atendernos y otros cinco más sentarnos, por lo que estuvimos a punto de irnos.

El local estaba a rebosar de gente y los camareros iban movidos por las mesas. Nos atendió una chica jovencita sudamericana que nos dejó la carta y nos tomó nota de las bebidas.

Sorprendentemente, no habían pasado ni dos minutos y ya vino a tomarnos nota y le dijimos que aún no habíamos decidido y dos minutos más tarde volvió a repetir la operación mirándonos mal cuando le comentamos que ya la avisaríamos cuando lo hubiésemos decidido. La avisamos y bastante seca y distante nos tomó nota y trajo el agua, unos colines alargados junto con mantequilla y una bandejita de aceitunas para la espera. Una espera que se alargó más de lo normal, fue de algo más de media hora y eso que sólo habíamos pedido como entrante un carpaccio con queso y aceite balsámico con focaccia (un enorme pan del tamaño de una pizza sobre el que tomar el carpaccio) para compartir. Algo excesivo bajo mi punto de vista. Es más, menos mal que nos lo trajeron porque nos íbamos a quejar ya que las mesas de alrededor se habían sentado más tarde pidiendo platos más elaborados y ya llevaban comiendo unos diez minutos mientras nosotros como tontos seguíamos esperando. Sinceramente, el carpaccio sabía bien poco por no decir nada. De segundo pedimos un crepe de salmón bastante grande y bueno, aunque de los más flojos de la carta, y pasta, unas trompetas de la muerte con salsa truffi muy buenas y en la típica bandeja con cantidad para dos. Al final y viendo las horas que eran y que ya estábamos cansados de que nos atendieran con cara de raspa y estando llenos decidimos pedir la cuenta sin pedir postre. Y aquí llegó otra de las sorpresas, 38,31 euros? Vale que no es excesivo pero habiendo tomado un primero para compartir, sin vino, postre ni cafés es un poquito demasiado. 19 euros por cabeza? Con ese servicio, calidad no especialmente buena y con semejante espera me pareció desproporcionado se mirara por donde se mirara.

Creo que soy una persona ecuánime cuando valoro los restaurantes y es una pena la tónica que está adquiriendo la Mafia. Uno nunca sabe qué le puede pasar cuando se sienta a la mesa de La Mafia, si tienes suerte con el camarero y en la cocina puede ser una comida de lo más agradable pero si tienen un mal día puede ser algo decepcionante. Una lástima que esto último sea lo que más se repita en mis últimas visitas. Deberían pararse a pensar un poquito e intentar volver a sus orígenes allá por el año 2000 y dejar de vivir de rentas. 

P.D. Ya como detalle, la gota que colma el vaso. En el ticket el teléfono del restaurante, mal, aparece una cifra más de lo normal. Detalles como este deberían cuidarse un poquito más independientemente de que el establecimiento sea de nivel medio o alto. 

Opinión de Javier Rioja

En el actur no hay muchas opciones para comer si no deseamos bocadillos o tapeo, y al final acabo comiendo o cenando en La Mafia por este motivo, porque es un restaurante que no me gusta especialmente porque en general los italianos no me hacen gracia.

Al entrar vemos sentados a una pareja esperando y en seguida llega el jefe de sala para decirles que en 10 minutos tendrían mesa para fumadores y que si quieren pueden ponerse en la de no fumadores. La parejita se lo piensa y el jefecillo se va como si no existiéramos. Al muy poco rato vuelve para volver a preguntarles si habían decidido… a lo que ya me parece el colmo y tras mi cabreo le suelto “Pero joder, ¿no ve que hay gente esperando?”, no se puede ser más incompetente, por dios.

Nos sentamos y enseguida llega la camarera y esta vez tuvimos uno de los peores servicios. Mientras miraba la extensa carta en forma de bolso (desde marketing me informan que por el predominio de público femenino) vino la camarera 3 veces a preguntar si habíamos decidido, mientras me veía mirando la carta como un pánfilo. Mientras tanto, lo típico en La Mafia, unas olivas y unos palitos de pan para untar en mantequilla y meter grasa al cuerpo. El pan bastante malo y enano.

Vamos con la carta. Podemos elegir entre varias pizzas, pasta (con muchas salsas y tipos), entrantes y postres, la carta es muy amplia. Como estaba de resaca, agua para beber y poca cosa, aunque con lo grandes que son las raciones de pasta me hubiera llenado igual.

Como entrante un Carpaccio parmesano con piñones y pasas nada destacable, se acompañaba de una foccacia, que es un pan delgadito y crujiente como si fuera un crepe. El resultado fue algo soso y la salsa de miel apenas era perceptible.

El plato de pasta acompañada de trompetas de la muerte sí que estaba bueno, como he dicho anteriormente en gran cantidad. Acompañan queso rallado en bote.
El crepe de salmón estaba bueno por el salmón, que destacaba sobremanera por encima del acompañamiento y el piso de crepe.

Y hasta aquí, esa fue la cena de esta crítica, aunque he ido otras veces y mi valoración global que veréis abajo como siempre es de la media de todas, dando más importancia a las últimas. Es muy habitual pedir una ensalada con algún entrante con pasta o pizza, si te quedas con hambre un postre, y para regarlo todo lambrusco.

La decoración no me llama en exceso, la disposición de las mesas está bien, con sillas de madera y destacan las alusiones a Alcapone dejando claro dónde pretenden que nos encontremos. Para mi gusto si tuviera que dedicarle unas palabras al entorno apuntaría hortera y moderno.

Los baños están limpios, con 3 lavabos y secador de manos. El servicio excesivamente rápido al principio y muy lento al final. Pero lo peor no suele ser el servicio ni mucho menos, hay que tener en cuenta que esta vez era sábado por la noche y estaba el local lleno, y pequeño no es. Bajo mi punto de vista, lo que menos me gusta de La Mafia es el quiero y no puedo, todo pinta muy bien, no se come nada mal pero nunca me llama la atención en nada, a poco que cambiaran tendrían un restaurante excelente, pero no es el caso.

El total, 38€ dos personas sin postre y con aguas, por lo que se podría decir que es el coste mínimo que se hará en este restaurante, que por probar se podría hasta recomendar.

Instalaciones:	(7,5)
Servicio:	(7)
Calidad:	(6,8)
Precio:	(7,4)

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| Más info:
Web oficial: http://www.lamafia.es