BAR COSTA IBIZA

Crítica

Sus instalaciones tienen mucho encanto, con jamones y embutidos colgados del techo y una enorme brasa en medio de uno de los comedores como podéis ver en la foto, pero sobre todo cantan sus docenas de cuadros de diferente estilo que inundan las paredes del restaurante, lo horrorosos que eran es lo de menos porque le daba un toque curioso al ambiente y merece la pena darse una vueltecita.

Estos cuadros tienen historia, porque este bar se hizo famoso en los años 60-70 por intercambiar arte por sus bocadillos, llenando el bar de hippies y creando una atmósfera de buen rollo que aún perdura y quizás ahí se encuentre el truco de que sea tan visitado, a parte del precio y de la calidad, se respira tranquilidad y muy buen ambiente.

Poco que decir de este bar, es tremendamente barato, por ejemplo la cerveza cuesta 1,5€, al igual que las medias raciones de bocadillos también, si son enteras 3€. El bocadillo típico es el de jamón y queso, aunque nosotros pedimos dos medios de vientre y un medio de cecina con queso (puedes elegir si fundido o no), este a 1,75€. Por lo que entre dos personas sólo pagamos 7,75€.

El pan payés del bocadillo se sirve con aceite y tomate, la calidad del producto es buena, y es de destacar que este restaurante cumple con notable en servicio (donde los camareros son tremendamente rápidos y efectivos), instalaciones, y una calidad / precio sobresaliente en uno de los bares más reputados por los ibicencos para comer buenos bocadillos de forma informal.

Instalaciones:	(7)
Servicio:	(7,5)
Calidad:	(7)
Precio:	(9)

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Web oficial: (no tiene)